Uruguay es un mercado pequeño pero estable, con una industria olivícola en crecimiento y consumidores cada vez más interesados en productos de calidad diferenciada. Su escala permite operaciones eficientes, tanto para abastecer el mercado interno como para servir como plataforma logística y legal para exportaciones. La cercanía cultural y geográfica con Argentina favorece sinergias productivas y comerciales.